El cambio de estación ya está aquí y llega el momento de realizar una tarea tan necesaria como detestada por muchas personas: guardar la ropa de la temporada pasada y sacar la ropa de la nueva estación. ¿No encuentras la hora de ponerte con ello? Con estos trucos para realizar el cambio de armario, acabarás antes y ahorrarás tiempo la próxima ocasión.
¿Sabías que somos de los europeos que más ropa tenemos en el armario? Más de la mitad de los consumidores de nuestro país acumulamos hasta 35 prendas para cada temporada, aunque casi siempre nos ponemos lo mismo. Y también compramos mucha ropa que acaba en la basura sin que nos la hayamos puesto. Por eso, la llegada de una nueva estación es una ocasión ideal para poner orden en el armario y de paso asegurarte de no guardar prendas que nunca vas a ponerte.
Sigue estos consejos para el cambio de armario y verás que es más fácil y tardas menos tiempo.
Saca toda la ropa del armario
Como recomienda Marie Kondo, la gurú japonesa del orden que triunfa en Internet, lo mejor es sacar toda la ropa de los armarios y ponerla en el suelo o encima de la cama para revisarla. Aprovecha para limpiar el interior de los armarios y poner antipolillas para evitar que puedan arruinar tus mejores galas.
Haz una selección de ropa
Revisa cada prenda del montón de ropa antes de volver a colocarla en el armario y hazte las tres preguntas clave. Son: "¿Me va bien?", "¿Me gusta?" y "¿Me lo voy a poner?". Si cualquiera de las tres respuestas es negativa, coloca la prenda en un montón aparte y luego te explicaremos qué hacer con ella.
Coloca la ropa de temporada bien ordenada
Distribúyela entre las perchas y los cajones, dejando la ropa de uso diario más a mano pero sin esconder el resto de las prendas (o no te las pondrás nunca). No escatimes con las perchas: si no tienes suficientes, compra más o pídelas en alguna tienda de ropa (suelen tirarlas a menudo).
Lava y guarda la ropa de fuera de temporada
La ropa limpia se conserva mucho mejor y no coge olores. Además, así también podrás revisar si la prenda está en condiciones o tienes que tirarla. Para ahorrarte una maratón de lavadoras, lo mejor es llevar toda tu colada a una lavandería de autoservicio, donde podrás lavarla toda de una vez.
Protege la ropa que vas a guardar
Para evitar que la ropa que no te pondrás durante meses se quede arrugada, acartonada o se estropee, lávala con poco suavizante, asegúrate de que esté bien seca y colócala en cajones, fundas o bolsas de vacío de esas que funcionan con la aspiradora. Así protegerás las prendas del polvo y los insectos.
Guarda los zapatos y bolsos aparte de la ropa
Mezclar zapatos y bolsos con la ropa no es buena idea, porque pueden manchar o desteñir. Coloca los zapatos y los bolsos en las cajas o fundas en las que venían, rotúlalas para identificarlos fácilmente, y rellénalos con bolas de papel para que absorban la humedad y no se enmohezcan.
Dale una nueva vida a la ropa que deseches
No tires a la basura la ropa que ya no te vaya bien, no te guste o no vayas a ponerte. ¡Malgastar ropa es un crimen contra el medioambiente! En lugar de eso, dona la ropa que no necesites a entidades benéficas, véndela mediante aplicaciones como Wallapop o deposítala en contenedores de ropa.
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